Priscila Irene Tapia Contardo nació en Valparaíso, Chile. Después de practicar e investigar en el Dibujo, la Acuarela y la Cerámica; hizo estudios y se inició en el difícil arte del Vitral con Flor Orrego, discípula de María Martner.

En el marco de la Música y las trasparencias de la luz a través del vidrio, descubre formas, colores y sensaciones que liberan su rico mundo interior. En palabras de Priscila: "Es en la creación del vitral, que entro en el exquisito placer de paz y armonía; entrando en contacto con la Divinidad, que me lleva a sentirme más plena y feliz".

Sus trabajos han sido expuestos y admirados en la Universidades Santa María y Universidad Católica de Valparaíso, y adquiridos por diversos particulares de la región.